AUTISMO

El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico caracterizados por deficiencias en la comunicación e interacción social, tanto verbal como no verbal, en diversos contextos y por unos patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. La prevalencia es aproximadamente de 1,2 de cada 1.000 personas y su frecuencia es mayor en varones que en mujeres (4 a 1); su etiología es de causa aun desconocida aunque se sabe que hay factores genéticos y ambientales que inciden en la aparición y desarrollo de alteraciones cerebrales muy tempranas. Es pues un trastorno cerebral complejo que afecta a la coordinación, sincronización e integración entre las diferentes aéreas cerebrales que no siempre son las mismas de un sujeto a otro, ni todos los niños muestran el mismo nivel de afectación, mientras que unos pueden manifestar un leve deterioro otros están gravemente afectados Los síntomas principales en la interacción social se manifiestan en un déficit en la reciprocidad socioemocional (desde un acercamiento anormal hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales), deficiencias en las conductas comunicativas no verbales (poca integración entre comunicación verbal y no verbal, anomalías en el contacto visual y del lenguaje corporal, no comprensión ni utilización de gestos como apoyo comunicativo), deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión e las relaciones sociales (dificultades para ajustar el comportamiento a diferentes contextos sociales, imposibilidad de compartir juegos imaginativos o hacer amigos, ausencia de iteres por otras personas de su medio). Los síntomas correspondientes a los patrones restrictivos y repetitivos se manifiestan en movimientos estereotipados (como estereotipias motoras, alineación de objetos, ecolalias, frases idiosincrásicas), insistencia en la monotonía o inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados (angustia frente a cambios en conducta o ambientes, patrones de pensamiento rígidos), intereses muy restringidos y fijos (como fuerte apego o preocupación por objetos inusuales) y una híper o hiporeactividad a los estímulos sensoriales o un interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno (aparente indiferencia frete al dolor o la temperatura, respuesta adversa ante sonidos o texturas especificas, olfateo o palpación excesiva de objetos, fascinación visual por luces o el movimiento de objetos) Tienen un mejor pronostico cuanto menor este afectado el ámbito cognitivo. Y siempre es conveniente empezar un tratamiento en edad temprana, sobre todo los niños en los que el autismo no va asociado a una discapacidad intelectual pueden beneficiarse de esta instrucción temprana. El abordaje de la intervención depende de cada caso concreto, según las necesidades y características y prioridades de cada niño/a. el objetivo básico es mejorar las aéreas deficitarias Si la discapacidad se define como el impedimento que una persona tiene para realizar actividades cotidianas consideradas como normales debido a alteraciones en el funcionamiento físico o intelectual, entonces ayudando de forma individualizada y particular a cada sujeto para que supere sus limitaciones se lograría que su funcionamiento físico o intelectual fuera mejor y ello redundaría en el mejor manejo de su entorno, en una vida lo más normalizada posible. Hay que respetar su forma especial de desarrollo, sin renunciar por ello a darles instrumentos de comunicación y comprensión del mundo.